La tendencia descendente de la pandemia de Covid-19, que llevó al país a relajar las medidas sanitarias los últimos meses, ha comenzado a revertirse con el aumento superior al 100 por ciento en el número de contagios; este escenario se conjuga con un alto repunte en los casos de influenza respecto a la temporada estacional anterior.
Lo anterior se da, por si fuera poco, en medio de la llegada de una nueva subvariante, la llamada “perro del infierno”, de la cual, especialistas han advertido que podría predominar en el país, pero sin ser tan severa como su “sobrenombre” aparenta.
En el último reporte de la Secretaría de Salud se apuntó que México ya alcanzó siete millones 118 mil 933 contagios confirmados entre la población. De éstos, cinco mil 504 se documentaron durante la semana del 9 al 15 de noviembre, lo que significa 138.2 por ciento por arriba del nivel registrado entre la semana del 2 y 8 del mismo mes: con dos mil 310 casos positivos.
Desde hace cinco meses, el subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell, comenzó a advertir que estos indicadores ya mostraban una baja hasta llegar al punto en que los lineamientos de convivencia en espacios laborales fueron modificados y se declarara un periodo de “receso”.
Desde entonces, los casos acumulados por semana fueron cada vez más bajos y, de hecho, la última ocasión en que el país documentó más de cinco mil en una semana fue la del 12 al 18
de octubre.
En el último mes, las autoridades mexicanas señalaron que el país ya atravesaba un periodo interepidémico, es decir, una especie de meseta entre una y otra ola de contagios de Covid-19, la cual llegaría justo en el periodo invernal del año (aunque ahora estamos en otoño), en la cual SARS-CoV-2 coexistiría con otros virus, como el de la influenza.
No obstante, durante la última semana, en la base de datos Global Initiative on Sharing All Influenza Data (GISAID), se advirtió sobre la presencia de 16 casos de la subvariante de Ómicron, BQ.1.1 y que fueron llamadas en redes sociales como “perro del infierno”, término que hasta ahora no ha sido utilizado por autoridades sanitarias.
Según los reportes, la variante fue identificada en los estados de Nuevo León, Campeche, el Estado de México, Tabasco y Yucatán. No obstante, el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) señala la existencia de 95 casos de la nueva variante.
A pesar de ser un sublinaje que ha comenzado a predominar en Europa y Estados Unidos, dado que su facilidad de contagio es mayor, no parece representar mayores riesgos que las variantes que han generado las cinco olas registradas en el país. En entrevista con La Razón, el especialista Alejandro Macías explicó que esta subvariante se transmite “un poco mejor que
las anteriores”.
“Empieza a predominar, pero no es más peligrosa ni se espera que vaya a dar una crisis de saturación hospitalaria o de colapso de las instituciones”, afirmó. Señaló que el contagio de Covid-19 ahora se dará con el incremento “natural” que tienen las enfermedades respiratorias en esta época, derivado de las dinámicas de convivencia de
la población.
“La gente se aglutina más, hace más tumultos, se encierra más, se ventila menos y eso hace que se incrementen las infecciones en invierno, y otro aspecto es que probablemente va a reaparecer la influenza con fuerza, porque había estado silenciada por
Covid-19”, advirtió.
Respecto a esta última enfermedad, en la actual temporada estacional que inició en octubre y con datos del Informe semanal de vigilancia Epidemiológica al 17 de noviembre se han registrado mil 795 casos de influenza, es decir, casi 36 infecciones por cada uno de los 50 que se registraron en el periodo similar del año pasado.
El número de defunciones en el país también es alto, pues mientras en 2021 hubo tres, en lo que va de la temporada –que podría prolongarse hasta mayo del siguiente año, suman 25 decesos.