Los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación se han convertido en las dos amenazas globales para Estados Unidos pues actúan en al menos 40 naciones, de acuerdo con la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
“La DEA ha identificado a los Cárteles de Sinaloa y Jalisco como las principales amenazas globales contra los Estados Unidos en la actualidad y creó equipos de contraamenazas dirigidos a estos dos cárteles, para que toda la DEA pueda trabajar sin descanso para derrotarlos”, señaló un informe firmado por Anne Milgram, directora de la corporación, fechado el 24 de marzo.
El informe de evaluación de sus actividades, que incluye “incidentes criminales” incluso en las filas de la propia DEA, menciona que una prioridad para la agencia es desmantelar a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, que han extendido sus actividades delictivas a por lo menos 40 países.
La agencia antinarcóticos revisó el trabajo de sus 93 oficinas en el extranjero, entre las que se incluyen las 11 que tiene abiertas en territorio mexicano. Anne Milgram advirtió que ante el crecimiento exponencial que han tenido esas dos organizaciones criminales, “las operaciones internacionales de la DEA son críticas para derrotar esa amenaza. Los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación están operando en más de 40 países y traficando fentanilo y metanfetaminas, que están causando daños catastróficos en comunidades a través de Estados Unidos”.
Éste es el primer ejercicio de revisión autocrítico de la DEA en casi 50 años. El trabajo realizado busca responder a una serie de incidentes que han puesto en entredicho la labor que realiza el organismo en 69 países. Trabajos periodísticos han puesto en evidencia hechos alarmantes e incluso escandalosos durante los últimos años, sobre la extensa corrupción, como el caso documentado de un agente de la DEA que fue encarcelado por usar fondos de la agencia y sobornos de cárteles para pagar cenas de lujo, viajes y prostitutas.
Uno de los casos de corrupción que aborda el documento, aunque de forma muy escueta, narra sobre José Irizarry, quien se declaró culpable de lavado de dinero y fraude en 2020, luego de admitir que abusó de su puesto en la DEA en Miami y Colombia para robar alrededor de nueve millones de dólares de la agencia. Además, aceptó pagos de integrantes del crimen organizado. Irizarry señaló a otros agentes especiales que también habrían cometido los mismos delitos, por lo que se encuentran bajo investigación.
En el caso de México, el excomandante de la Policía Federal, Iván Reyes Arzate, quien logró convertirse en jefe de una Unidad de Inteligencia de la DEA en nuestro país, se declaró culpable de acusaciones presentadas en Illinois por obstrucción de justicia y conspiración para impedir que se llevara a cabo una investigación de la DEA de forma efectiva. En el 2020, Arzate fue acusado de más cargos federales en Nueva York, por conspiración de tráfico de cocaína, recibir sobornos de cárteles de las drogas y compartir información de la DEA con ellos.
La DEA reconoció que “ha habido incidentes críticos involucrando a las operaciones extranjeras en México, Honduras, Colombia y Haití; debido a la corrupción de los agentes, se dañó el trabajo de inteligencia e incluso provocó algunas muertes de civiles”.
El documento del organismo dio a conocer que desde septiembre pasado creó equipos dirigidos al combate específico de estos dos grupos criminales dedicados al tráfico de fentanilo y metanfetamina hacia Estados Unidos.
“La DEA ha adoptado un enfoque con prioridad para compartir información y mejorar la coordinación en toda la agencia para adaptarse a las amenazas de drogas en rápida evolución que enfrenta nuestra nación”, se lee en el informe.
El documento coincidió con la comparecencia del secretario de Estado, Antony Blinken, quien reconoció que varias porciones del territorio nacional son controladas por el narcotráfico.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador le respondió directamente al secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien había reconocido ante el Senado de Estados Unidos que hay territorios del país controlados por los narcotraficantes.
“Si dominara el narco, pues no se hubiese hecho nada para enfrentar a quienes participaron en el asesinato de los sacerdotes. No hay ningún lugar del territorio nacional en donde no haya presencia de la autoridad. Le puedo decir al señor Blinken, que creo lo sabe, de que constantemente estamos destruyendo laboratorios clandestinos en Sinaloa, en Sonora, en todos lados”, dijo López Obrador.
Narró que Blinken fue obligado a emitir esa declaración ante las presiones de los legisladores republicanos, quienes actúan conforme a sus intereses electorales.
“Hay en Estados Unidos una campaña anticipada por las elecciones del año próximo, entonces se suscitan estos encuentros o estos debates. Tengo entendido que un republicano le planteó al señor Blinken si en México dominaban los narcos. Él estaba informando de la cooperación que hay entre los gobiernos, a él le consta que estamos trabajando de manera coordinada, pero lo interrumpió y le dijo: ‘A ver’, y entonces tuvo él que decir que sí, lamentablemente, ¿no?, que había regiones de México dominadas por el narco. Eso es falso”, aseveró.
López Obrador insistió en que Estados Unidos se vive un ambiente electoral adelantado y por ello hubo presiones de los legisladores republicanos para obtener esa declaración de Blinken, pero cuando se les cuestiona sobre denominar terroristas a los cárteles de las drogas mexicanos, su respuesta es otra, aunque volvió a acusar a la prensa mexicana de no retomar esas declaraciones.
“También debe de reconocerse que cuando le preguntan a él y a quien es vocera de la Casa Blanca, si consideran que es recomendable considerar como terroristas a los narcotraficantes mexicanos, dijeron que no. Nada más que eso la prensa mexicana y los medios de información, y no sólo la mexicana, también allá, esa parte ya no se destaca”, señaló el Presidente.
Síguenos también en Google News
Leo
