El cantante, actor y activista por los derechos civiles Harry Belafonte, quien en la década de 1950 rompió barreras raciales en Estados Unidos, falleció este martes a los 96 años en su domicilio de Nueva York, informó su representante Ken Sunshine, a medios locales.
Nacido en el barrio neoyorquino de Harlem en 1927 con ascendencia jamaicana, Belafonte saltó a la fama en 1956 con el exitoso álbum de música caribeña “Calypso”, que popularizó canciones como “Day-O” y “Jamaica Farewell“.
También tuvo algunas incursiones en el mundo del cine, con películas como “Carmen Jones”, en un momento en el que la segregación racial seguía muy arraigada en Estados Unidos y los afroamericanos tenían papeles minoritarios en la gran pantalla.
A raíz de su gran popularidad y capacidad para romper barreras raciales en el mundo artístico, la carrera de Belafonte ha sido comparada con la de artistas de la talla de Louis Armstrong, Ella Fitzgerald o de su contemporáneo Sidney Poitier.
En 1968, la cantante británica Petula Clark, que estaba entonces en la cumbre de su popularidad, invitó a Belafonte a un programa especial de la cadena de televisión NBC y ambos cantaron un dúo durante el cual Clark tocó en un gesto cariñoso la mano de su colega.
El patrocinador de aquel espectáculo, la empresa Plymouth Motors, intentó censurar ese momento porque podía ofender a la audiencia del sur de Estados Unidos, pero Clark, que tenía los derechos del programa, se negó a ello.
Se cree que fue aquella la primera vez en que dos personas de distinto color de piel hacían un discreto contacto físico ante las cámaras.
Belafonte, quien se involucró personalmente y financió el movimiento por los derechos civiles, fue amigo personal del reverendo Martin Luther King y participó en la histórica Marcha en Washington de 1963, la del famoso discurso “I have a dream” (Tengo un sueño).
También consiguió el apoyo para la causa de famosas estrellas de Hollywood como Paul Newman y Marlon Brando, y fue nombrado por el presidente de Estados Unidos John F. Kennedy (1961-1963) como asesor cultural del recién creado Cuerpo de Paz.
Siempre estuvo de una forma u otra involucrado en política y llegó a calificar al presidente estadounidense George W. Bush (2001-2009) como “el mayor de los terroristas” por la invasión de Irak de 2003.
Con información de EFE