El empleo en Latinoamérica crecerá apenas 0.9 por ciento en 2023 (2.9 millones de puestos de trabajo nuevos) y 1.4 por ciento en 2024 (4.6 millones), indicó el informe global de perspectivas del mercado laboral global de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Esto supondrá una fuerte desaceleración después de un crecimiento regional del empleo de 6.4 por ciento en 2021 y de 4.9 por ciento en 2022, subraya la OIT, que calcula por otra parte una estabilización de la cifra de desempleados actual en Latinoamérica (22 millones) tanto para este año como para el próximo.
La tasa de desempleo en los países latinoamericanos se mantendrá igualmente estable en 7 por ciento estos dos años, por debajo incluso del porcentaje anterior a la pandemia (8 por ciento en 2019), y después de que en 2020, el año en el que la crisis sanitaria impactó más en el empleo, se elevara a 10.2 por ciento.
El informe considera que Latinoamérica, como otras regiones, se verá perjudicada por las incertidumbres políticas y la inflación, que en 2022 ya se tradujo en desaceleraciones en países como México o Brasil, y que en 2023 continuará reduciendo la demanda externa de materias primas y otros productos de la región.
Las cifras de la OIT prevén que se pase de 315 millones de personas empleadas en 2022 (el 58 por ciento de la población activa) a 317.9 millones en 2023 y 322.5 millones en 2024, con unas tasas aún muy desiguales según el género.
En 2022, mientras el porcentaje de empleo en la población activa masculina fue de 70 por ciento (183 millones de trabajadores), en la femenina solo se elevó al 46.5 por ciento (132 millones).
La OIT calcula que en la región hay unos 57.1 millones de personas que o bien están en desempleo o quieren trabajar pero no pueden (16.3 por ciento de la población activa).
También destaca que la tasa de informalidad, uno de los grandes problemas estructurales del empleo en Latinoamérica, se sitúa en 53.7 por ciento, habiendo aumentado a consecuencia de la pandemia.
Con información de EFE