Rafael Cadenas, considerado uno de los poetas fundamentales de la lírica latinoamericana en los últimos años, se convirtió ayer en el primer autor venezolano en ganar el Premio Cervantes, el máximo galardón literario en lengua castellana.
“Por su vasta y dilatada obra literaria, el jurado reconoce la trascendencia de un creador que ha hecho de la poesía un motivo de su propia existencia y la ha llevado hasta alturas de excelencia en nuestra lengua”, expresó el ministro Miquel Iceta, en conferencia de prensa.
De acuerdo con el jurado, la obra de Cadenas es de “las más importantes y demuestra el poder transformador de la palabra cuando la lengua es elevada, es llevada al límite de sus posibilidades creadoras, en un territorio dual de sueño y vigilia, honda expresión de la existencia y del universo, dimensión a la vez mística y terrenal”.
En esta ocasión el jurado estuvo presidido por Aurora Gloria Egido Martínez, representante de la Real Academia Española, designada por unanimidad; como secretaria con voz, pero sin voto, María José Gálvez Salvador, directora general del Libro y Fomento de la Lectura; y como secretaria de actas, también con voz pero sin voto, Begoña Cerro Prada, subdirectora general de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas.
Al darse a conocer la noticia, escritores lo felicitaron, entre ellos Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017. “Celebro como propio el premio Cervantes concedido a uno de los mayores poetas de nuestra lengua, el gran venezolano Rafael Cadenas a quien envío un abrazo emocionado”, escribió en Twitter.
El galardón, dotado de 125 mil euros, suele entregarse el 23 de abril en una ceremonia que tiene lugar en la Universidad de Alcalá de Henares. El año pasado recayó en la poeta Cristina Peri Rossi y en ediciones pasadas lo ganaron Jorge Luis Borges, Fernando del Paso, Álvaro Mutis y Elena Poniatowska.
El poeta venezolano Rafael Cadenas es considerado uno de los autores fundamentales de la poesía latinoamericana en los últimos años.
Desde muy joven incursionó en la literatura y a sus 16 años de edad publicó su primer libro de poemas, Cantos iniciales, donde manifestó su talento poético en ciernes.
Entre sus obras destacadas se encuentran Amante (1983), Realidad y literatura (1979) y El taller de al lado (2005). Sus más recientes libros son El torno a Basho y otros asuntos (2016) y Contestaciones (2018).
El autor se ha caracterizado por mantener una actitud crítica hacia el gobierno de su país, del que ha lamentado la ausencia de separación de poderes.
Militó en algunos partidos de izquierda hasta que decidió no ostentar ninguna bandera.
Rafael Cadenas (Barquisimeto, Lara, Venezuela, 1930), poeta, ensayista y docente universitario, miembro del grupo Tabla Redonda (años 60) en su país natal. Premio Nacional de Literatura en Venezuela, Premio FIL Literatura en Lenguas Romances 2009 y Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2018, entre otras distinciones, ha sido galardonado con el Premio Cervantes 2022. “Hombre / de palabras / silenciosas” como él mismo se define, LA VIDA —así con mayúsculas— ha sido la espiral de una obra que explora en los asedios que golpean al hombre. Rilke, Hölderlin y Gorostiza, dialogan en sus alegorías colindantes con lo pasmoso desde tonalidades y conmutaciones meditadas.
Releo su Obra Entera. Poesía y Prosa, 1958-1995 (FCE, 2000): catálogo de pájaros y serafines refugiados en los enigmas. Solitarios que se presentan desnudos en las fisuras del crepúsculo. Noches. Siluetas de temerosos arrepentidos. Ánimas deambulando por encrucijadas. Iras abonadas en muros desteñidos. Matrimonios protagonistas de prácticas miserables. Tiempo abismado: flujo de presencias extraviadas. Entro a estas páginas y un relente de ardores me punza la piel. Camino descalzo sobre piedras: no dejo huellas: los adobes cicatrizan mis pasos. “No quería partir. / Sobre la memoria sólo vive el musgo. // Me extravío. / El tiempo me empuja a su mesa salobre”.
Poeta de la piedad y la predicación. Vuelvo a su gran texto, Derrota: me pierdo en las concordias de unas estrofas que me han despejado la bruma. “Yo que no he tenido nunca un oficio / que ante todo competidor me he sentido débil / que perdí los mejores títulos para la vida / que apenas llego a un sitio ya quiero irme (creyendo que mudarme es una solución) / […] / que nunca usaré corbata / que no encuentro mi cuerpo / que he percibido por relámpagos mi falsedad y no he podido derribarme, barrer y crear mi indolencia, mi flotación, mi extravío una frescura nueva, y obstinadamente me suicido al alcance de la mano”. Un vaivén como un vals desatinado llega de pronto: Cadenas porta en sus ojos el sosiego: habla poética inquietante.
Por Carlos Olivares Baró
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