El estado mayor republicano dio a conocer el martes su hoja de ruta sobre el espinoso tema del techo de la deuda estadounidense, con la esperanza de que el presidente demócrata Joe Biden ceda con quien está entablado un enfrentamiento.
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Tras un discurso en Wall Street, el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes Kevin McCarthy detalló ante su grupo parlamentario su plan para evitar un impago por parte de Estados Unidos.
Medidas inmediatamente descartadas por el presidente estadounidense como “viejas teorías económicas del pasado”.
“Ofreció enormes recortes a programas importantes en los que confían millones de estadounidenses”, criticó Joe Biden, una señal de que la batalla entre los dos hombres se está poniendo dura.
Como todas las grandes economías, o casi, la primera potencia mundial vive del crédito. Pero a diferencia de otros países desarrollados, Estados Unidos se enfrenta regularmente a una restricción legal: el techo de la deuda, que debe ser elevado formalmente por el Congreso.
Este famoso “techo” de 31 mil 400 millones de dólares se alcanzó a mediados de enero.
Sin embargo, durante los últimos 10 años, los republicanos han utilizado este procedimiento legislativo rutinario como instrumento de presión política.
Con su nueva mayoría en la Cámara de Representantes prometieron poner condiciones muy estrictas para cualquier aumento de este techo, para no dar el llamado “cheque en blanco” a la administración Biden.
“¡Es hora de detener esta locura!”, instó Kevin McCarthy, quien se hace pasar por un defensor intransigente de la disciplina presupuestaria.
“El gasto imprudente de los demócratas ha provocado inflación, una crisis bancaria y muchos otros problemas”, acusó en Twitter.
Su proyecto, presentado el martes a sus pares en el Congreso, contempla, entre otras cosas, llevar el monto del gasto del gobierno federal a los niveles de 2022 y limitar su crecimiento al 1% anual durante los próximos diez años.
Los demócratas se oponen rotundamente al proyecto republicano, pues consideran que condicionar un aumento del techo de la deuda a recortes presupuestarios equivale a chantaje.
“Esta lista de deseos es solo un refrito de malas ideas de las que hemos estado escuchando durante semanas”, criticó el martes el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer.
Comprometido con este expediente en una amarga batalla con el campo de Biden, Kevin McCarthy quiere organizar una votación sobre este texto en sesión plenaria a finales de mes, para aumentar la presión.
Sin un acuerdo, las finanzas estadounidenses y mundiales corren el riesgo de sumergirse en lo desconocido.
El líder republicano había sido recibido por Joe Biden a principios de febrero para discutir posibles desenlaces.
Los dos líderes registraron entonces sus diferencias y no lograron llegar a un compromiso.
Sin embargo, el “portavoz” McCarthy, elegido dolorosamente en enero, primero tendrá que superar la disensión en sus filas entre el ala derecha de su partido, que aboga por la ortodoxia presupuestaria, y los funcionarios electos moderados, para garantizar que este proyecto de ley sea aprobado. la casa.
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