A sabiendas de que la Reforma Electoral enviada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, por ser constitucional, requiere de una mayoría calificada que no alcanzará porque los integrantes de las bancadas del PAN, PRI, PRD y Movimiento Ciudadano advirtieron, y reiteraron, que votarán en contra, las Comisiones Unidas de la Cámara de Diputados, la discutieron y aprobaron ayer con votos de Morena y sus aliados con 62 votos y 48 en contra, y hoy la subirán al pleno, para cumplir con lo que establece el Reglamento.
Es más, convencido como está de que así será, como el mismo Ejecutivo federal lo reconoció públicamente la semana pasada, ya anunció que enviará otra de reformas a leyes secundarias que, por no ser constitucional, bastará con votos del partido que gobierna, PVEM y PT para lograr lo que tan empeñado está él y su Movimiento: acogotar de una u otra forma al INE, con cuyas reglas, Morena obtuvo su registro, accedió a prerrogativas y financiamiento, avaló su triunfo electoral en 2018 y posteriormente los de una veintena de gubernaturas, y es hoy la principal fuerza política del país.
DE ESTO Y DE AQUELLO…
Más allá de que sí fueron un millón 200 mil personas las que participaron en la contramarcha dominical y si muchos de ellos, niños, jóvenes y adultos, fueron o no acarreados o “transportados en autobuses porque no tienen coche”, los claros vistos en el Zócalo, porque muchos no aguantaron tantas horas bajo el sol y se fueron, demostró la falta de organización motivada por más de cuatro o más años de Morena y su fundador de no “ganar la calle”.
Menos mal que en esa larga caminata que, como se esperaba, no aguantaron algunos funcionarios, gobernadores ni legisladores que prefirieron “adelantarse” hasta la Plaza de la Constitución, no se suscitaron más que desmayos por insolación o agotamiento, durante el tiempo en que la multitud llevaba casi en vilo al Presidente, ante la imposibilidad de garantizar su seguridad por parte de elementos de la Ayudantía y militares vestidos de civil.
Pasó la ficción y llegó la realidad con esa reunión del secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, con el Presidente López Obrador en Palacio Nacional, solicitada por el gobierno de su país ante la negativa palaciega de recibir maíz transgénico para consumo humano porque México seguirá produciendo maíz blanco, del que es autosuficiente.
El llamado Sistema Público de Radiodifusión, que transmitió de principio a fin la marcha convocada desde Palacio Nacional a través de cuatro canales de televisión, dejó de serlo este domingo para convertirse en privado, al servicio de la 4T, que contrastó con la marcha voluntaria del 13 de este mes en defensa del INE y la democracia.