China prometió el jueves represalias contra Taiwán luego de la reunión entre el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos y la presidenta de la isla, y dijo que Washington iba por un “camino equivocado y peligroso”.
El presidente de la Cámara, Kevin McCarthy, recibió a la mandataria taiwanesa, Tsai Ing-wen, el miércoles en una muestra de apoyo al territorio autogobernado, que China reclama como propio. En el acto participó una delegación bipartidista de más de una docena de legisladores estadounidenses.
El gobierno del presidente Joe Biden sostiene que la visita de Tsai, la última de una media docena de viajes al país, no tiene nada de provocadora. Pero se produce en un momento en que la relación entre Washington y Beijing está en mínimos históricos, con el respaldo estadounidense a la isla como uno de los principales puntos de fricción entre las potencias.
Los aspectos formales del encuentro y el alto rango de algunos de los cargos electos incluidos en la delegación del Congreso, podrían llevar a China a considerar que se trata de una escalada. No se sabe de ningún antecesor de McCarthy que se haya reunido con un líder taiwanés en suelo estadounidense desde que Washington rompió las relaciones diplomáticas formales en 1979.
En respuesta a la encuentro, Beijing indicó que tomaría “medidas decididas y contundentes para defender la soberanía nacional y la integridad territorial” en un comunicado emitido a primera hora de la mañana del jueves por su Ministerio de Exteriores.
Además, instó a Estados Unidos a “no seguir por un camino equivocado y peligroso”.
En diciembre, el ejército chino envió 71 aviones y siete barcos hacia Taiwán en una demostración de fuerza que duró 24 horas luego de que Beijing mostrase su descontento por las provisiones relacionadas con el territorio incluidas en el proyecto del presupuesto de defensa anual estadounidense. La campaña de presión militar china sobre Taiwán se ha intensificado en los últimos años, y el Partido Comunista despliega aviones o barcos casi a diario.
“Tomaremos medidas decididas para castigar a las fuerzas separatistas ‘independentistas de Taiwán’ y sus acciones, y salvaguardaremos de forma decidida la soberanía y la integridad territorial de nuestro país”, indicó un comunicado de la Oficina de Asuntos de Taiwán de Beijing el jueves, refiriéndose a Tsai y su partido como separatistas.
Taiwán y China se separaron en 1949 tras una guerra civil y no mantienen una relación oficial, pero sí lazos comerciales e inversiones valoradas en miles de millones de dólares.
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