Autoridades sanitarias de China reforzaron la seguridad en el aeropuerto de Xishuangbanna para impedir la salida de viajeros luego de nuevos brotes de COVID-19 en la región.
Turistas y residentes denunciaron que personal de seguridad con trajes de protección sanitaria y armados con ametralladoras los intimidaron para evitar que abordaran alguno de los vuelos, como parte de su estricta política de “cero-Covid”.
“Usan ametralladoras para reprimir a los pasajeros para evitar que abandonen el aeropuerto”, se lee en comentarios en Twitter junto al video grabado este 4 de octubre, en el que se observa a los oficiales portando las armas de alto calibre, sin importar que en la sala hay niños.
Policías armados con escopetas en el aeropuerto de Xishuangbanna, al sur de China, donde se ha decretado un nuevo confinamiento. Es muy raro ver a policías armados en China. El covid cero se les está yendo de las manos.pic.twitter.com/AJYJd8FHiB
— Zigor Aldama 齐戈 (@zigoraldama) October 4, 2022
🇨🇳 | LO ÚLTIMO: China comienza a aplicar su política de cero COVID con ametralladoras en el aeropuerto Xishuangbanna en Yunnan.
Gente gritando “¿nos vas a matar a todos?”.pic.twitter.com/bVsLff27aC
— Alerta Mundial (@AIertaMundiaI) October 4, 2022
Incluso, algunos de los presentes confrontan a las autoridades al cuestionarles “¿nos van a matar a todos?”, pero los oficiales se voltean contra la pared y negocios cercanos para evitar el contacto directo con los pasajeros, quienes portan sus cubrebocas.
Algunas de estas grabaciones han sido compartidas por periodistas asiáticas; sin embargo, hasta el momento, las autoridades no han dado su versión sobre los hechos registrados este martes.
Lo que recuerda otros videos en los que se observa a los policías recorriendo calles y vigilando puntos críticos en la región y las críticas al régimen de Xi Jinping por la implementación de severas medidas de contención, como cuando aisló por casi dos meses Shanghái, provocando escasez de alimentos, o impidió la salida de residentes de edificios y domicilios durante un potente terremoto en septiembre pasado, pues cerraron las puertas con cadenas o bloquearon los acceso para garantizar que se respetara la cuarentena.
RFH