China registró un nuevo descenso de los contagios de COVID-19, con 10 mil 815 nuevos casos notificados oficialmente en la víspera, de los que ocho miil 477 son asintomáticos, informó hoy la Comisión Nacional de Sanidad, en un momento en el que el país ha comenzado a relajar su estricta política de cero covid.
Numerosas ciudades en China han cerrado en los últimos días un buen porcentaje de las cabinas de toma de muestras de PCR y reducido la frecuencia con la que realizan pruebas a la población, lo que podría traducirse en el hallazgo de un menor número de positivos.
Así, entre los dos mil 338 casos sintomáticos, la gran mayoría (dos mil 270) se produjeron por transmisión local dentro de las fronteras del país, con especial incidencia en zonas como Pekín (784) y Cantón (sureste, 735).
Dichas áreas de China, junto con la provincia de Chongqing, también concentraron los ocho mil 477 casos asintomáticos registrados en el país, aunque las autoridades sanitarias no las incluyen en su balance de casos confirmados a menos que comiencen a manifestar síntomas de la enfermedad.
Según las cuentas de la institución, desde el inicio de la pandemia el país ha registrado un total de 363 mil 72 contagios -cifra que excluye a los asintomáticos- y cinco mil 235 muertes.
En los últimos días, la prensa oficial ha comenzado a minimizar el riesgo de la variante ómicron a través de numerosos artículos y entrevistas a expertos, un giro de argumento que acompaña a la relajación de algunas de las medidas más estrictas de la política de ‘cero covid’, vigente desde hace casi tres años.
Las autoridades ya han afirmado que se dan las “condiciones” para que el país “ajuste” sus medidas en esta “nueva situación” en la que el virus provoca menos muertes, aunque también han anunciado un plan para acelerar la vacunación de los ancianos, uno de los grupos más vulnerables pero a la vez más reticentes a inocularse.
Asimismo, el Ejecutivo chino anunció esta semana que permitirá aislarse en sus casas a los infectados asintomáticos o con síntomas leves -hasta ahora era obligatorio el traslado a un centro de cuarentena- e indicó que ya no será necesario tener una prueba negativa de covid para entrar en la mayoría de lugares y establecimientos, con excepción de hospitales o escuelas.
Los cambios llegaron después de que el hartazgo ante las restricciones cristalizase en protestas en diversas partes del país tras la muerte de diez personas en un edificio aparentemente confinado en Urumqi (noroeste), con consignas como “no quiero PCR, quiero comer” o “devolvedme mi libertad”.
El Gobierno defiende que ha salvado millones de vidas mediante el ‘cero covid’, que consiste en el aislamiento de todos los contagiados y sus contactos cercanos, estrictos controles fronterizos, confinamientos parciales o totales en los lugares donde se detectan casos y pruebas PCR constantes a la población urbana.
Con información de EFE