Rosalía puso al Zócalo muy motomami con un concierto que, aunque sólo duró una hora, dejó satisfechos a sus miles de fans que abarrotaron la explanada, pues rindió homenaje a México cantando “La llorona”, prometió que seguirá aprendiendo a preparar aguachile y expresó lo bella que es la capital del país, ante 160 mil personas, según cifras oficiales, 40 mil menos que las que estimaban.
El concierto inició a las 20:24 horas; Rosalía apareció en el escenario rodeada de sus bailarines, portando un casco, el cual se quitó para cantar “Saoko”, que fue coreado por sus fans sobre todo en la frase: “¿Chica, qué dices?”.
“Buenas noches México, ¿están ready?” dijo antes de cantar “Bizcochito”. Después vino “La Fama” tema que emocionó tanto, que enseguida Rosalía recibió un un Dr. Simi, el cual alzó con amor y para sumar a su colección.
“México, mira que esta plaza ya era bonita, pero con todos vosotros aquí me acabo de enamorar, porque realmente está ciudad es hermosa”, dijo.
“Esta noche es para celebrar, para gozar”, dijo y siguiendo ese espíritu cantó “Bulerías”, en la que trajo una dosis de flamenco. Siguieron “Linda” y “Diablo”, la cual se la dedicó a sus haters.
Y si ya había emocionado a sus fans, con “Despechá” el Zócalo se cimbró con tanto baile y con un remix, en el que hizo gala de sus extraordinarias coreografias.
Rosalía le rindió homenaje a México, por haberla acogido desde que inició su carrera, cantando a capela “La llorona”, la cual hizo que a ella misma se le erizara la piel. La interpretación fue suficiente para que sus seguidores le gritaran: “Rosalía hermana, ya eres mexicana”.
En el setlist incluyó “Hentai” con la que cantó y tocó el piano; “Candy”, “Motomami”, “Combi Versace” y su gran éxito “Con altura”.
Rosalía se dio tiempo para agradecer las recetas de aguachile que le mandaron por Twitter y prometió seguir practicando. Continuó con “Beso”, que dedicó a todos los que acamparon y a quienes la veían desde las pantallas en calles aledañas.
Siguió “Vampiros”, que si bien prendió al público, Rosalía después quiso brindar un momento romántico con el cover de “Héroe”, de Enrique Iglesias; sin embargo, para algunos no lo fue porque un joven vomitó y enseguida vinieron las quejas: “No es posible que esté escuchando esta canción con esta escena”, dijo un chico y vinieron los gritos “que lo saquen, que lo saquen”, mientras Rosalía casi lloraba con su interpretación, volviéndose un momento hilarante para quienes veían el desastre.
Ya con el joven afuera volvió la calma y la recta final de show, que fue muy bailable con “Malamente” y “Chiken Teriyaki”.
Tras una hora de concierto, Rosalía se despidió con “CUUUUuuuuuute “, cerrando así su épico Motomami Tour.
Fue más la espera que lo que duró el show: desde las seis de la mañana algunos llegaron para tener un lugar cerca del escenario y otros más acamparon desde la noche del jueves.
