Con el objetivo de mitigar los efectos de la sequía en el Valle de México, el Gobierno mexicano inició un programa de estimulación de lluvias, que se aplicará del 28 de marzo al 7 de mayo, en el sistema que suministra agua a la capital.
El programa, que busca combatir los efectos de la temporada de sequía e incrementar en 25 por ciento la captación de agua de lluvia, opera con la colaboración de una aeronave King Air 350i de la Fuerza Aérea Mexicana.
La etapa inicial inició este día con la instalación de equipos y ubicación de reactivos con los que se trabajará en el polígono que comprende el Estado de México y parte del estado de Michoacán, con una cobertura de 438 mil 809 hectáreas.
En un comunicado emitido, las secretarías de Agricultura y Desarrollo Rural, a través de la Comisión Nacional de Zonas Áridas (Conaza), y de la Defensa Nacional (Sedena) informaron que alistan el programa de Estimulación de Lluvias en el Sistema Cutzamala, que suministra agua a Ciudad de México y municipios del Estados de México, en un área de impacto en las presas Cutzamala, Valle de Bravo y El Bosque.
El pasado 22 de marzo, el titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, explicó que la institución “bombardeará nubes” para provocar lluvias en el Valle de México ante la escasez de agua que enfrentará la región durante marzo, abril y mayo.
Dijo que la decisión se tomó hace tiempo en conjunto con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ante el estrés hídrico que enfrenta la región.
En la primera reunión de trabajo de Agricultura-Conaza con personal de la Defensa Nacional y de la Fuerza Aérea Mexicana y se establecieron las coordenadas del polígono a impactar y se supervisó la aeronave a utilizar.
Además, se apuntó que el químico recursivo se compone de partículas de yoduro de plata y acetona, para su aspersión en las nubes presentes del área establecida para la precipitación pluvial.
Este es el tercer año de operación del programa de Estimulación de Lluvias en México, con 250 vuelos y una efectividad del 25 a 45 por ciento mayor de precipitación de lluvias, en beneficio de productores agropecuarios de zonas desérticas en el norte del país.
En la nota, las dependencias señalaron que el proceso de aspersión de partículas milimétricas de yoduro de plata y acetona “no causa ningún impacto ambiental, ni contaminación al agua dada su composición de sal y mineral”.
El Gobierno mexicano recordó que el proyecto inició en 2021 para impactar un millón de hectáreas en una región del estado de Baja California (noroeste) “con resultados significativos” y para 2022 se incluyeron las zonas desérticas de Baja California, Sonora, Sinaloa, Chihuahua y la zona de sorgo de Tamaulipas y Nuevo León para control de incendios y el suministro de agua potable a la zona metropolitana de Monterrey.
La tercera temporada inició en 2023 con el apoyo de aeronaves de los gobiernos de Sonora, Sinaloa, Nuevo León y Tamaulipas y hasta el 11 de marzo se han realizado 250 misiones de vuelos de estimulación, todas exitosas en términos de generación de lluvia.
El proyecto también ha probado su eficacia en el combate de incendios, el llenado de presas de almacenamiento de agua y, a partir de 2022, para suministrar agua potable a la ciudadanía (Monterrey) y generar riegos por lluvia directamente en zonas agrícolas que ya sufrían de sequía severa (Tamaulipas).
Con información de EFE
