El de ponche de frutas, el de tamarindo, el de limón. Hay tantos sabores de refresco que acompañan nuestras comidas, nuestros momentos con los amigos, con las amigas, que de pronto dejamos de lado lo que nos están ofreciendo como marcas.
En este caso, la Procuraduría Federal del Consumidor analizó 46 marcas de refrescos y luego de su labor, retiraría próximamente algunas de las más famosas y de las que incluso se consumen más por los mexicanos, esto debido a la publicidad engañosa que emiten, de acuerdo a la misma Procuraduría.
¿Cuáles son los refrescos que se retirarían del mercado?
La Profeco analizó 46 distintos refrescos por publicidad engañosa, cuyos resultados publicará en la edición de mayo en la Revista del Consumidor. De esos 46 refrescos, 22 tienen combinación de jarabe de maíz de alta fructosa, ocho sólo tienen azúcares, 15 no tienen calorías y uno es bajo en calorías.
Debido a que no cumplen con las normas de calidad, estas son las marcas que podrían salir del mercado, según Profeco:
- La Croix: sus indicaciones están en inglés y no en español; para que se pueda vender en México deben incluirlas en el idioma español.
- Sisi: Contiene edulcorante calórico y no detalla en su etiqueta cuánto de edulcorante contiene, aún estando obligados a hacerlo.
- Ameyal de Mundet: Su etiqueta anuncia frutas (fresa y kiwi), pero al analizarse se descubrió que no contiene fruta, por lo que engañan al consumidor.
- Sidral Aga: La etiqueta dice que está hecho con 20 por ciento de jugo concentrado de manzana, pero el análisis que hizo Profeco arroja que sólo tiene uno por ciento.
- Jarritos: En su etiqueta indican la frase “Qué buenos son”, sin embargo, el procurador Ricardo Sheffield, indica que deben comprobar al consumidor “Para qué son buenos” o retirar la frase del envase para seguir comercializándose.
No recomendados a menores de edad
En la misma revista de la edición de mayo, la Profeco hace énfasis que, aunque la mayoría de las marcas que fueron analizadas cumplieron con los estándares de calidad, es necesario que no sean consumidos por los menores de edad, sobre todo niños y niñas, salvo aquellas ocasiones en que se considere necesario.
Las fiestas o reuniones infantiles son algunos de los ejemplos que se enunciaron por parte de Sheffield, quien agregó que debido a la cantidad de edulcorantes calóricos que los refrescos tienen, no son recomendables para el consumo de los pequeños, ya sea en casa o incluso a las afueras de las escuelas.
