Por primera vez en la historia de los Campeonatos del Mundo de futbol, uno de los acontecimientos de mayor proyección internacional, una mujer dirigió un encuentro de la competencia que reúne a los mejores equipos nacionales del momento.
El nombre es el de Stéphanie Frappart, árbitra francesa de 38 años que en el estadio catarí de Al Bayt de Al Khor dirigió el encuentro entre Costa Rica y Alemania, de la última jornada de la fase de grupos, ayudada en las bandas por dos auxiliares, la brasileña Neuza Back y la mexicana Karen Díaz.
El partido no era cualquier cosa. Estaba en juego la clasificación para ambos. Para centroamericanos y especialmente para germanos, sin margen de error y presionados por la posibilidad de quedar de forma prematura al margen de un evento en el que han reinado en cuatro ocasiones.
No dio la sensación de que Frappart sintiera que hacía historia. Que se había convertido en una pionera en el arbitraje. Un paso más para la mujer en el mundo del fútbol.
Faltaba un mundial. Es algo cotidiano que una mujer dirija competencias nacionales, partidos de nivel de cualquier liga. Que los equipos arbitrales femeninos estén integrados con naturalidad en los torneos continentales de clubes. Ahora ya forma parte de un evento sin igual, un campeonato del mundo.
Frappart, que siempre tuvo claro su deseo de arbitrar, rindió a buen nivel en un partido de tensión en el que tuvo que sacar una tarjeta amarilla, a Óscar Duarte, de Costa Rica. Además, el VAR le ayudó cuando en principio anuló, a instancias de su auxiliar, el cuarto tanto alemán, anotado por Niklas Fullkrug por fuera de juego que al final fue válido.
Sacó adelante con solvencia el choque entre dos equipos que cayeron eliminados y se despidieron de Qatar 2022, cargado de intensidad y con alternativas en el marcador hasta el triunfo final de los germanos, que no les sirvió para seguir vivos en el Mundial.
La francesa, que ejerció de cuarta árbitra en los partidos entre México y Polonia, sin goles, y en el triunfo de Portugal frente a Ghana, tuvo por fin el premio esperado; la dirección de un partido como colegiada principal, en compañía de las asistentes, la brasileña Neuza Back y la mexicana Karen Díaz.
Fue un paso al frente más de Frappart habituada a convivir bajo el foco, a manejar partidos de relevancia, a afrontar con naturalidad eventos con mucho en juego.
La primera mujer en arbitrar una final de la Copa de Francia, en el pasado curso, también fue pionera en pitar un partido de la Ligue 1 que le llevó a formar parte del elenco de las designaciones de la UEFA. Dirigió la final de la Supercopa de hace dos años y se convirtió en habitual en partidos de Liga de Campeones.
El choque entre Costa Rica y Alemania ha sido el primer paso en un mundial, en Qatar 2022 donde esperan su momento la ruandesa Salima Mukansanga y la japonesa Yamashita Yoshimi. Los octavos esperan.
Con información de EFE