Sí, son los zopilotes en los tiempos estelares de la 4-T
Florestán
El presidente López Obrador ha tomado la decisión política de alejarse de la tragedia de los cuarenta migrantes muertos en un albergue del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, el pasado lunes 27.
Así lo dejó en claro al día siguiente cuando de los 165 minutos de su cotidiana conferencia, le dedicó dos minutos 40 segundos al caso donde endosó la culpa a los migrantes por haber incendiado las colchonetas. Y lo alejó aún más al anunciar que la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, daría un reporte vespertino, para sacar el tema de sus mañaneras.
Este alejamiento presidencial hizo crisis el sábado pasado en la visita que tenía prevista a Ciudad Juárez para reunirse con los servidores de la Nación y revisar sucursales del banco de Bienestar.
No dedicó ni un minuto a visitar el lugar de la tragedia, a atender heridos y familiares ni a escuchar a nadie. Cuando una mujer le pidió que los oyera, desde su camioneta le reviró: A ti te mandó Maru, mi amor, refiriéndose a la gobernadora panista de Chihuahua.
Ya aquí, dijo que diez días antes de la desgracia, había hablado con su capellán Solalinde del tema y el martes lo recibió en su palacio. Y se alejó aún más de la crisis al mandarlo a anunciar la nueva política migratoria de la 4-T: la desaparición del INM, que es el reconocimiento de lo que no funcionó en cuatro años de gobierno, y la creación de una Coordinación Nacional de Asuntos Migratorios y Extranjería, pero sin militares ni Guardia Nacional y, digo yo, ya sin tiempo.
Así ha sido el control de daños de López Obrador de esta tragedia de la que, por lejos que quiera mandarla, siempre le será cercana y referente de su gobierno.
RETALES
1. BOTÍN.Con razón el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, estuvo tan obsequioso y zalamero con López Obrador de quien dijo que ahora entendía su política energética. Y es que el plan estratégico de su gestión presentado el pasado 9 de noviembre preveía desinversiones por cuatro mil 900 millones de dólares y el gobierno le pagó cinco mil 840 millones de euros, superando sus metas. Por eso celebraba la nacionalización;
2. ÁRBOL. No puede ser que a Claudia Sheinbaum la metan en problemas. Uno de los más recientes fue el frustrado trasplante de un ahuehuete a la centenaria glorieta de La Palma, en mayo de 2022. Después de diez meses, el árbol, seco, se lo llevaron una noche y pronto pondrán otro. No puede ser que ni el trasplante de un árbol les salga; y
3. FRAUDE. La megaestafa en el gobierno de la 4-T fue en Segalmex, la empresa creada por López Obrador en 2019. En la gestión de cuatro años de Ignacio Ovalle, saquearon quince mil 150 millones de pesos. El secretario de la Función Pública adelantó que hay 37 carpetas de investigación abierta. Pero de Ovalle, nada.
Nos vemos mañana, pero en privado.