La Casa Blanca y los republicanos alcanzaron este sábado un “principio de acuerdo” para elevar el techo de deuda y evitar que Estados Unidos entre en suspensión de pagos, confirmó el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
“Acabo de hablar por teléfono con el presidente hace un rato. Después de que perdiera el tiempo y se negara a negociar durante meses, hemos llegado a un principio de acuerdo que es digno del pueblo estadounidense”, apuntó McCarthy en un mensaje a través de redes sociales.
Minutos después, en una breve comparecencia ante la prensa, McCarthy aseguró que el acuerdo recoge una “histórica” reducción del gasto público y reformas que “sacarán a las personas de la pobreza y las incorporará a la fuerza laboral”.
Además, recalcó que no contiene nuevos impuestos ni nuevos programas del gobierno.
Tenemos todavía mucho trabajo que hacer esta noche para acabar todo el texto” del acuerdo, advirtió el líder de los republicanos en el Congreso, quien no quiso responder a las preguntas de la prensa.
Esta decisión se conoce unas horas después de la conversación telefónica que mantuvieron esta tarde el presidente Joe Biden con McCarthy.
Cuando se logre un acuerdo definitivo se tendrá que seguir la regla de las 72 horas, que otorga a los legisladores tres días para leer el texto antes de votarlo en la Cámara.
Así, el consenso que aumentará el límite de la deuda federal a cambio de recortes en el gasto pedidos por los republicanos debe transformarse en lenguaje legislativo y aprobarse tanto en la Cámara de Representantes, liderada por los republicanos, como en el Senado, controlado por los demócratas.
Este viernes la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, actualizó su estimación de la fecha límite después de la cual el país podría verse abocado a una suspensión de pagos, si el Congreso no acuerda antes elevar o suspender el techo de deuda.
Yellen informó de que la fecha será el 5 de junio, cuatro días más tarde de las estimaciones que había hecho previamente.
El límite de deuda es la cantidad total de dinero que el Gobierno de Estados Unidos está autorizado a pedir prestado para cumplir con sus obligaciones legales existentes y poder pagar los beneficios del Seguro Social y Medicare, los salarios militares, los intereses sobre la deuda nacional, los reembolsos de impuestos y otros pagos.
Cada cierto tiempo, Estados Unidos se asoma al impago de la deuda nacional porque, a diferencia de otros países, el Gobierno solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de elevar ese techo según crea conveniente.
El país alcanzó el pasado 19 de enero su límite de deuda legal, de 31.4 billones de dólares, equivalentes a 29 billones de euros, lo que llevó al Departamento del Tesoro a recurrir desde entonces a medidas extraordinarias para pagar las cuentas, suspendiendo algunos pagos a los fondos de jubilación de empleados federales y al seguro social de empleados postales, entre otros.
El uso de estas herramientas financieras especiales puede extenderse hasta el próximo 5 de junio, momento en el que Estados Unidos entraría en suspensión de pagos si republicanos y demócratas no llegan a un acuerdo.
Con información de EFE