Las temperaturas gélidas en Estados Unidos parecen ceder, pero la amenaza continúa, pues autoridades exhortaron a la población a prepararse ante posibles inundaciones, cuando ya suman 59 decesos ante una de las peores tormentas.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) anticipó que a partir de hoy aumentarán significativamente las temperaturas, pero los pronósticos también apuntan a un cambio climático drástico con un acelerado deshielo y fuertes lluvias, lo que provocará severas inundaciones y más caos en varias regiones.
En tanto, algunos medios señalan extraoficialmente que ya suman 62 víctimas mortales, mismas que han hallado entre varias capas de nieve, entre ellas personas que retornaban a casa.
Dicho panorama obliga a reforzar las labores para despejar las vías, pues aún hay decenas de automóviles varados en varias ciudades, debido a que cayeron hasta 1.32 metros de nieve en cuatro días tan sólo en Búfalo, una de las regiones más afectadas y por las que Nueva York fue declarado como zona de desastre, por lo que ya han movilizado más tractores para evitar que esas unidades queden a medio camino.
Ante esta situación, la gobernadora neoyorquina, Kathy Hochul, busca acelerar la respuesta ante una tormenta histórica que sigue cobrando vidas con hasta 30 en la entidad, pues, aunque prevé un alivio, reconoce que también se avecina una crisis económica, por la escasez de alimentos y un alza de precios, por lo que calificó de “épica” esta situación, debido al impacto no visto en casi cuatro décadas, cuando una tormenta similar mató a 29 personas en 1977.
Sus declaraciones fueron replicadas por el líder del condado de Erie —otra de las regiones impactadas—, Mark Poloncarz, quien insistió que ésta es “la peor tormenta que he visto”, pese a que están acostumbrados a severas nevadas.
Explicó que la cifra de fallecimientos y el nivel de daño, hasta el momento, evidencian el impacto, mientras prevén que en los próximos días las calles se conviertan prácticamente un drenaje ante la cantidad de nieve que se derretirá.
Ante esta situación, autoridades y servicios de emergencias exhortaron a la población a mantenerse bajo resguardo, pese a que llevan días sin salir de casa.
Alertaron que la situación podría complicarse aún más con aguanieve en medio de temperaturas congelantes, mientras las cuadrillas de rescate de varias regiones siguen limpiando calles y carreteras, de acuerdo con Hochul, y buscan a sobrevivientes entre los vehículos que apenas se distinguen en el horizonte ante tantas capas blancas, mientras otros sectores buscan restaurar la energía eléctrica, pues tan sólo en Nueva York cuatro mil 500 hogares siguen sin luz.
Incluso, la Policía estatal recalcó que sigue prohibido manejar para reducir los accidentes y garantizar que todas las tareas de los cuerpos de emergencia se enfoquen en la limpieza de las vías para garantizar que ya no quede población expuesta a temperaturas gélidas.
En torno a la declaración de emergencia, Hochul busca garantizar apoyo a los afectados para reducir la carga financiera tanto entre la población como entre los negocios, para evitar que los últimos en su intento por recuperarse aumenten drásticamente los precios, hecho que, insistió, no permitirá.
Por ello, un día después de que el presidente Biden emitió la declaración de desastre ella solicitó apoyo de entidades financieras para eliminar los cobros por servicios bancarios esenciales, mientras millones siguen en casa encerrados con la mira puesta en recuperar la normalidad.
En tanto, el gobierno federal investiga a las aerolíneas por la suspensión de más de 10 mil vuelos desde Navidad. Tan sólo una de éstas concentra más de 80 por ciento de las suspensiones, lo que tiene a miles de pasajeros varados en espera de tomar el próximo viaje disponible.
El presidente garantizó que estas firmas rendirán cuentas, luego de que se revelara que el Departamento de Transportes tiene en la mira a Southwest Airlines al considerar que su tasa de cancelaciones es
“inaceptable”, pues tan sólo ayer hubo dos mil 681 de tres mil aviones que no pudieron despegar en todo EU, de acuerdo con el portal FlightAware.
Llama la atención que la empresa de más bajo costo concentre la mayoría de los vuelos afectados, pues también reporta 980 retrasos en las últimas 24 horas, hecho que la Southwest atribuyó al clima, pero que empleados dijeron se debe a la tecnología anticuada que maneja la empresa y que no han logrado reorganizarse para enviar a los pilotos a zonas en las que sí se puede volar. Mientras que algunos medios señalan que para hoy ya estiman mil 400 cancelaciones.
Además, destaca que la segunda aerolínea con más suspensiones en las fiestas decembrinas apenas registra la cuarta parte de la otra con 638.
